Como polos opuestos de un imán, cámara y Paula se atraen mutuamente. Hay una química especial que hace que el lente se enamore de Paula desde un primer instante, en un idilio que durará toda la producción de fotos.
Una vez terminadas las imágenes, Paula se acomoda con su perro, Moro, sobre la falda y comienza a disparar palabra tras palabra con un ritmo frenético y una verborragia sorpresiva para los que han visto su manera de ser, tranquila y poco explosiva, en ShowMatch.
–Después de tantas cosas en dos años, se da lo del teatro. Toda una novedad para vos.
–En realidad, estudié toda mi vida teatro. Había hecho muestras de fin de año y cosas así, pero nunca había tenido una oportunidad real, con un personaje y ya siendo conocida. Con Despedida de soltero se me generaron muchas expectativas. Creo que es lo importante.
–¿Es una sorpresa para ustedes esta temporada con tanto éxito?
–Era una incógnita saber si apostarían por nosotros en el teatro. ¿Nos irán a ver? Esa era la pregunta. Se generaron muchos prejuicios de que nosotros íbamos a venir a robar y cosas así.
–¿Eso porque son mediáticos?
–No soy mediática, soy popular. Igual para Pedro. Para mí los mediáticos son los que se pasean de programa en programa haciendo líos. Popular es lo que todo artista quiere ser. Todo artista quiere que la gente lo quiera y te siga. Eso es hermoso. Cuando la gente se ríe o terminamos y nos aplauden de pie obtenemos la gran recompensa a nuestro trabajo.
–No te gusta el tema de lo mediático, ¿no?
–Nunca me sentaría a pelearme, a contestar a la gente en los medios las agresiones. Yo me peleo con mis seres queridos, con mi familia, por cuestiones de la vida, del día a día. Yo tengo mi carácter y me peleo con mis íntimos, no me voy a pelear con una chica que diga algo malo de mí.
–¿Por eso tomaste primero el camino del modelaje?
–Yo de chica era conductora. No me moría por ser modelo. Sí soñaba con ser famosa y le firmaba autógrafos a mi familia. Todavía tengo la tapa de un cuaderno firmada a mi hermano que dice: “Para Gonzalo, con amor Paula”. Lo de ser modelo me llegó después a los 15 o 16 años, que ya medía 1,80 y todos me decían que con esa altura tenía que ser modelo o maniquí. No me decían que era linda porque a los 15 me agarró una etapa en que estaba medio feúcha, pero sí me decían que tenía que dedicarme al modelaje.
–¿Qué creés que la gente elije cuando elije a la Chica del Verano?
–No lo sé. Yo vi por los medios cuando ganó Vir Gallardo o Floppy Tesouro y me parece que se fijan en lo que uno hizo en el año. Han ganado chicas que tienen muy buen lomo, son muy simpáticas y son talentosas, así que creo que la gente vota un combo.
Paula Chaves se presenta en la obra Despedida de soltero, en el Teatro Candilejas II.
